Por Alexander Gómez-A
Aunque el elevador ha estado fuera de servicio por cerca de una semana, Alex, un adulto de 28 años de edad, continúa ubicándose frente a el, presionando el botón y esperando por su llegada. Después de algún tiempo, Alex recuerda que el elevador no está funcionando y usa las escaleras. ¿Por qué le ocurre esto a Alex? ¿es una persona distraída? ¿No prestó atención al aviso de “fuera de servicio”? ¿Tiene problemas de memoria? La razón puede ser cualquiera de las anteriores, un grupo de ellas o incluso todas. El caso es que no es la primera vez que algo así ocurre con Alex y la pregunta entonces es ¿por qué? Podríamos encontrar parte de la respuesta en su historia de vida. Durante la adolescencia, Alex bebió alcohol casi a cada fin de semana y usualmente lo hizo hasta la ebriedad. De hecho, Alex recuerda algunas ocaciones en las cuales experimentó lagunas mentales en esos “fines de semana locos”. Ese patrón de consumo, conocido como atracón de alcohol fue muy común durante la adolescencia de Alex.
Los científicos definen un atracón de alcohol como el consumo de grandes cantidades de alcohol en periodos cortos de tiempo. Dado que este patrón de consumo es común entre los adolescentes y que su cerebro aún está en proceso de maduracion, una pregunta interesante que ha emergido dentro de la comunidad científica es: ¿cuáles son los efectos de los atracones de alcohol en el desarrollo del cerebro adolescente? Ahora sabemos que el alcohol modifica el cerebro en diferentes formas y que algunos de esos cambios pueden ser permanentes. Por ejemplo, un adecuado desarrollo del cerebro nos permite adaptarnos a los cambios constantes que hay en el ambiente, de tal manera que podemos cambiar nuestro comportamiento de acuerdo a nuestras necesidades y así, responder a ellas. Sin embargo, el consumo de alcohol durante la adolescencia puede afectar nuestro comportamiento, haciendolo inadecuado, persistente y poco ajustado a las demandas actuales. Así, podriamos continuar exibiendo comportamientos que en algún momento fueron funcionales para resolver un problema, en situaciones en las cuales ya no lo son (recuerda a Alex esperando un elevador que no va a llegar).
Veamos un poco mas en detalle como el consumo de alcohol durante la adolescecnia cambia nuestro cerebro. Como tu quizá sabes, nuestro cerebro esta formado por millones de celulas llamadas neuronas, las cuales se comunican entre si en una forma muy organizada. Las neuronas transmiten información que es fundamental para una o múltiples funciones, por ejemplo “escuchar”. De esta forma, agrupaciones de neuronas ubicadas en diferentes regiones de nuestro cerebro trabajan juntas soportando todas las acciones vitales del cuerpo (p. ej. los latidos cardíacos o la respiración) así como las funciones psicológicas complejas que nos hacen diferentes de otras especies, tales como el pensamiento, el aprendizaje y la memoria.
De esta forma, lo que el alcohol hace es cambiar la forma como esa comunicación ocurre disminuyendo el número de neuronas que soportan la funciones mencionadas previamente. El alcohol también puede cambiar la “maquinaria interna” de las neuronas resultando en un funcionamiento indecuado de las mismas. Así, no es difícil concluír que, una vez el alcohol afecta millones de células en nuestro cerebro, varias de las funciones que dichas células soportan también serán afectadas. Te doy un ejemplo: ahora sabemos que el consumo de alcohol en la adolescencia disminuye el número de células colinérgicas en el cerebro. Este tipo de neuronas esta involucrado en numerosos procesos cognitivos. De esta forma, si ponemos juntos el hecho que el alcohol afecta las células colinérgicas y que éstas están relacionadas con importantes funciones cognitivas, podemos concluír que el alcohol tiene el potencial de influir sobre nuestros procesos cognitivos.
Los científicos han observado estos fenómenos en diversos estudios recientes. Adultos (animales y humanos) expuestos a alcohol durante su adolescencia han mostrado ser más suceptibles a dificultades en diferentes procesos cognitivos. Por ejemplo, se han observado dificultades para detener una respuesta que, aunque fue útil en algún momento pasado, han dejado de serlo para las circuntancias actuales: este fenómeno muestra una menor flexibilidad para cambiar a una respuesta más acorde a circunstancias novedosas. Aunque nuestro ejemplo de Alex esperando un elevador fuera de servicio muestra una situacion simple, la forma como el alcohol cambia nuestro cerebro puede hacernos más suceptibles a problemas reales y mucho más complejos como un “trastorno por uso de sustancias”.
Aunque los efectos que hemos mencionado parecieran difíciles de arreglar, algunos de los efectos nocivos del alcohol pueden ser prevenidos o incluso revertidos implementando algunos cambios en nuestro estilo de vida, tales como una dieta balanceada, hacer ejercicio y realizar actividades que estimulen nuestra mente. De hecho, algunos estudios con animales han mostrado que el ejercicio físico podria revertir la disminución de células colinérgicas inducida por la exposición a alcohol en la adolescencia. Así, aunque el alcohol genera cambios en la forma como el cerebro de los adolescentes se desarrolla, evitar su consumo y mantener un estilo de vida saludable podria mantenernos “alejados” de comportamientos como los de Alex. Espera ¿era Alex o Alix…? Ya no importa!