Publicado el 10 Marzo del 2022 por Mariah Jones (English Version)
Traducido por Giselle Prida Ajo
A medida que navegamos a través de esta pandemia, cada día aprendemos más sobre el virus SARS-CoV-2, el cual causa la enfermedad conocida como COVID-19. Las noticias continúan llenas de preocupación por las nuevas variantes del SARS-CoV-2 que siguen apareciendo. ¿Volveremos a experimentar otro aumento en los casos impulsados por las nuevas variantes? ¿Significa esto que ahora estamos luchando contra múltiples virus a la vez? Bueno, no del todo. Las respuestas a estas preguntas requieren un entendimiento de cómo un virus puede desarrollar diferentes variantes.
En ocasiones, se puede hacer referencia a un virus como “mutante”, “variante” o “cepa”. Estos términos significan que el virus en cuestión contiene una mutación que lo hace diferente del virus del que se originó. “Mutación” puede parecer una palabra aterradora, especialmente cuando se usa en los medios. Sin embargo, las mutaciones son completamente normales y son necesarias para la evolución.
Entonces, primero definamos mutación. Una mutación, según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI), se describe como “un cambio en una secuencia de ADN”. El ADN es el código genético que sirve como manual de instrucciones para la vida.
Una analogía para entender el concepto de una mutación sería accidentalmente usar azúcar morena para hacer tus galletas cuando la receta requería azúcar de caña blanca. Este error puede cambiar la forma en que las galletas se hornean e incluso su sabor.
Las células pueden desarrollar mutaciones todo el tiempo porque están vivas, y los seres vivos constantemente replican y reparan su ADN. Cada vez que el ADN se replica o repara, existe la oportunidad de cometer un error o una mutación. Lo interesante de un virus es que no necesariamente se considera vivo, porque no puede sobrevivir sin un organismo huésped. Entonces, ¿cómo puede cambiar su código genético? Una analogía que podemos usar para comprender la relación entre los virus, sus huéspedes y las mutaciones es pensar en el virus como un pastel y en el organismo huésped como el panadero. Sin el panadero, no es posible hacer el pastel. Sin embargo, se pueden cometer errores (mutaciones) al leer la receta (el genoma del virus). En otras palabras, la célula anfitriona puede cometer un error al leer el ADN/ARN viral, lo que ocasionalmente resulta en una mutación. Entonces, aunque el virus no está vivo, aún puede obtener mutaciones en el camino. Las mutaciones pueden ser dañinas, ventajosas, o neutrales para la supervivencia del virus, pero esto no es algo que el virus activamente determina.
El virus producido por la célula huésped infectada no será idéntico al virus original que invadió a ese huésped; contendrán mutaciones. No se descubrirá si la mutación es ventajosa o no hasta que ese virus se activa para invadir a su propio huésped . La mayoría de las veces, estas mutaciones no afectan la forma en que el virus lleva a cabo su ciclo de vida, incluida su transmisibilidad e impacto en el organismo huésped (en este caso, los humanos).
Entonces, ¿cómo se aplica esto a Covid-19? Según el CDC, actualmente hay tres “variantes”
del virus Covid-19 que son motivo de preocupación. Estas variantes (RU B.1.1.7, Sudáfrica B.1.351, y Brasil P.1) tienen múltiples mutaciones que les permiten propagarse más fácilmente. Esta es una ventaja para el virus porque aumenta el número de células huésped potenciales para infectar. Aunque las variantes son parte del proceso natural, su aparición puede ser controlada. Cuando aumentan los casos de individuos infectados también aumentan las posibilidades de más mutaciones que pueden contribuir a variantes. Cada infección es una oportunidad para que el virus comience un nuevo ciclo de vida. La única forma de controlar el número de variantes es controlar la propagación del virus y su enfermedad. Es fundamental que se tomen prevenciones adecuadas incluso con una vacuna disponible. Las vacunas que están actualmente en el mercado pueden ofrecer protección contra las variantes emergentes y son fundamentales para disminuir la cantidad de personas infectadas. Menos individuos infectados significa menos oportunidades para que el virus mute.
Cada célula eventualmente tendrá algún tipo de mutación. Las mutaciones simplemente son una herramienta evolutiva que los virus, las bacterias, y otras células utilizan para adaptarse a su entorno. Siempre habrá preocupación cuando surjan nuevas variantes. Entonces, la pregunta que deberíamos hacernos sobre las variantes no debería ser “¿Llegará a pasar?”, sino “¿Dónde?” y ¿Cuándo?”.