La Pandemia de Influenza de 1918

Escrito en inglés por Margaret Dedloff

Traducido por Doris Cruz Alonso  

Cada año, entre 10 y 40 millones de personas en los Estados Unidos se enferman de influenza, o más comúnmente conocida como gripe. La gripe es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza, el cual es altamente contagioso y se propaga a través de gotas provenientes de la tos y los estornudos. El virus también puede sobrevivir en superficies, es por eso que una de las mejores maneras de prevenir la gripe es lavarse las manos! Además, vacunarse contra la gripe cada año puede ayudar a prevenir la infección por el virus.

La infección con gripe se caracteriza por fiebre, tos, dolor de garganta, dolores corporales y fatiga. En un año típico, la influenza provoca entre 290 mil y 650 mil muertes a nivel mundial. A pesar de que cada año el virus tiene un impacto importante en la población, la pandemia de gripe de 1918 ha sido el brote más severo en los últimos tiempos. La gripe de 1918 también se conoce como la gripe española debido a la censura durante la Primera Guerra Mundial (WWI). Muchos países en conflicto optaron por no informar sobre la pandemia de gripe para mantener la confianza pública y el apoyo a sus gobiernos, y prevenir que información perjudicial llegara a manos enemigas. Como país neutral en la Primera Guerra Mundial, España decidió informar sobre la enfermedad, lo que resultó en que se le llamara gripe española, a pesar de que el brote probablemente comenzó en los Estados Unidos.

  Soldados en el Campamento Funston, enfermos con la gripe de 1918. Fuente de la imagen

Los primeros casos registrados de la gripe de 1918 ocurrieron en marzo de 1918 en el Campamento Funston en Fort Riley, Kansas. Inicialmente, alrededor de 100 soldados se enfermaron con una enfermedad respiratoria, pero al cabo de una semana, 500 soldados estaban enfermos.

En mayo de 1918, los soldados estadounidensescomenzaron a dirigirse a Europa para pelear en la Primera Guerra Mundial, y llevaron consigo la gripe. Afortunadamente, la primera oleada de la gripe de 1918 fue relativamente leve. Muchas personas se contagiaron, pero los síntomas fueron similares a los experimentados con la gripe común en la actualidad, lo que resultó en pocas muertes. Sin embargo, en el otoño de 1918 hubo otra oleada de gripe que fue mucho más grave. Esta oleada probablemente comenzó en Fort Devens, ubicado en las afueras de Boston, Massachusetts. Mucho más mortal que la primera, esta oleada resultó en la muerte de 195 mil estadounidenses solo en octubre de 1918. Una última oleada de la pandemia ocurrió en 1919. La pandemia de la influenza de 1918 resultó en 500 millones de personas infectadas, aproximadamente un tercio de la población mundial en ese tiempo, y 50 millones de muertes en todo el mundo. 

Como se mencionó anteriormente, los síntomas de la gripe de 1918 eran generalmente similares a los experimentados con las infecciones de gripe hoy en día: fiebre, tos, dolor de garganta y dolor de cabeza. Una diferencia importante que hizo que esta incidencia de gripe fuera tan mortal, fue que las víctimas experimentaron un daño pulmonar extremo, en donde los alvéolos (sacos de aire) de los pulmones se llenan de tanto líquido que las víctimas se ahogan. La gripe de 1918, al igual que la gripe actual, fue más peligrosa para los niños pequeños y los ancianos (mayores de 65 años), pero hubo otro grupo de edad que sufrió una tasa de mortalidad más alta: personas de 20 a 40 años.

Imagen que muestra pulmones sanos y pulmones con alvéolos llenos de líquido. Imagen creada en BioRender por Margaret Dedloff y traducida por Doris Cruz Alonso

Similar a lo que hemos experimentado en los últimos años con la pandemia de COVID-19, los funcionarios gubernamentales crearon campañas de salud pública para intentar limitar la propagación de la gripe de 1918. Por ejemplo, en octubre de 1918, las autoridades de San Francisco, California, ordenaron el uso de mascarillas para cualquier persona que trabajara con el público y también promovieron el uso de la mascarilla en el resto de la población. 

Un grupo de pasajeros de tren en California usando mascarillas durante 1918. Fuente de la imagen.

Un infograma de 1918 animando a las personas a tener cuidado al toser y estornudar. Fuente de la imagen.    

Un póster distribuido por el Servicio      de Salud Pública de los Estados Unidos. Fuente de la imagen.

También hubo campañas de salud pública que animaban a cubrirse la boca al toser y estornudar, así como a dejar las ventanas abiertas para permitir la entrada de aire fresco. Desafortunadamente, también hubo personas que se opusieron a las medidas de salud pública promovidas por el gobierno, como la Liga Anti-Mascarilla en San Francisco.

La pandemia de influenza de 1918 tuvo un gran impacto en el mundo debido a las infecciones y muertes generalizadas. En Estados Unidos, más personas murieron debido a la pandemia de gripe de 1918 que en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam combinadas. Aunque la pandemia de influenza de 1918 ocurrió hace más de un siglo, aún puede enseñarnos muchas lecciones sobre cómo responder a las pandemias. Por ejemplo, una razón por la cual la pandemia pudo haber tenido un gran número de muertes fue la falta de medidas coherentes de salud pública, ya que algunas ciudades exigieron el uso de mascarillas y limitaron reuniones, mientras que otras no. Este mismo fenómeno también ha sido un problema durante la pandemia de COVID-19. En el futuro, sería beneficioso estudiar la respuesta histórica a las pandemias y sus fracasos para influir en la respuesta a la próxima pandemia.

Editado en español por Maria X. Cardenas y Crystal Dezha