Por Devina Thiono (English version)
Editado por: Elise Hickman y Rachel Battaglia
Traducido: Amy Aponte Santana
Editado por: Sofía Benavides y Amy Aponte Delgado
En el 2019, alrededor de 1.8 millones de nuevos casos de cáncer son proyectados en los Estados Unidos. Doce mil de éstos casos son de niños de 1 a 14 años, leucemia siendo el responsable de un tercio de los casos de cáncer infantil. La leucemia es un tipo de cáncer que afecta la sangre. Los objetivos principales de la leucemia son las células blancas, cuyo trabajo es combatir la infección. Las personas con leucemia producen células blancas anormales que no funcionan apropiadamente. Eventualmente, las células leucémicas pueden sobrepasar en número a las células normales y esto puede llevar a signos y síntomas asociados con la enfermedad, como pérdida de de peso, fiebre, cansancio, sangrado, moretones que se producen fácilmente, y dolor de huesos.
Aunque nuestro sistema inmune nos protege constantemente de infecciones y enfermedades, el cáncer tiene la habilidad de esconderse del sistema inmune. Un tipo de célula inmunológica que ayuda a combatir enfermedades es la célula T. Las células T suelen pasear por el cuerpo y se aseguran de que las células que encuentran en su camino estén sanas. Los receptores celulares en la superficie de las células T le permiten detectar si la otra célula está saludable o no. Si las células T sienten que algo anda mal con la otra célula, atacará a la célula anormal. Sin embargo, las células cancerosas han ganado la habilidad de escapar del reconocimiento de las células T. Consecuentemente, muchos pacientes de cáncer no saben de la existencia de cáncer en su cuerpo hasta que ya está muy desarrollado y difícil de tratar.
Los científicos están tratando de desarrollar nuevas formas de combatir el cáncer. Una de ellas es a través de la inmunoterapia. La inmunoterapia es una forma de entrenar al sistema inmunológico para que pueda reconocer a las células cancerosas mejor. El tipo de cáncer y la condición del paciente, tal como su estatus de salud relativo, determina el tipo de inmunoterapia que se va a usar. Hay muchos tipos de inmunoterapia que se usan para combatir el cáncer de diferentes maneras, y una de ellas es la inmunoterapia con células CAR-T.
En las células CAR-T, los científicos hacen receptores de células T que pueden reconocer específicamente las células cancerosas que el paciente tiene. De esta manera, las células cancerosas tienen menos probabilidad de escapar de las células CAR-T. El procedimiento general de la terapia es el siguiente:
- Se extrae la sangre del paciente y se aíslan sus células T.
- Receptores artificiales, CAR, que pueden reconocer cáncer que el paciente tiene se añaden a la superficie de las células T.
- Las células CAR-T son multiplicadas en el laboratorio.
- Las células CAR-T son infundidas de vuelta al paciente.
- Una vez dentro del paciente, las células CAR-T se ligarán a las células cancerosas que reconozcan y las atacarán.
Actualmente, la FDA permite que se use la terapia con células CAR-T en pacientes con linfoma no Hodgkin de células B en adultos y con leucemia linfoblástica aguda infantil que ya hayan tenido dos tratamientos estándares sin éxito. Sin embargo, se están realizando ensayos clínicos para evaluar la posibilidad de usar la terapia con células CAR-T como la primera o la segunda opción como tratamiento de cáncer a estos pacientes.
Como en otros tipos de tratamiento de cáncer, la terapia con células CAR-T no siempre funciona en todos los pacientes. Una de estas razones es que un tumor puede cambiar o mutar constantemente. Esto previene que las células CAR-T reconozcan células tumorales si las células tumorales mutaron dentro del cuerpo mientras las células CAR-T estaban siendo desarrolladas en el laboratorio. Los científicos están trabajando para diseñar células CAR-T que puedan reconocer diferentes partes de las células tumorales. Entonces, si una parte de la célula tumoral es mutada, las células CAR-T aún pueden reconocer otras partes de las células tumorales.
Aunque todavía hay espacio para mejoría, esta terapia ha ofrecido esperanza a personas que han sido diagnosticadas con cáncer y se les ha dado menos de un año de vida. Además, la terapia con células CAR-T es ventajosa comparada con otras terapias convencionales porque puede permanecer en el cuerpo por un largo tiempo. Entonces, si el cáncer regresa, las células CAR-T todavía se pueden encargar de células cancerosas, siempre y cuando las células cancerosas no hayan mutado.
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