Publicado en February 3, 2021 por Nicole Gadda (English version)
Traducido por Maria X. Cardenas, PhD
¿Alguna vez te has preguntado por qué la faringitis estreptocócica es tratada con antibióticos, pero un caso grave de influenza no? A simple vista, las bacterias y los virus parecen muy similares. Después de todo, ambos son patógenos, lo que significa que ambos pueden causar enfermedades. Entonces, ¿cómo pueden los médicos diferenciar si tu dolor de garganta es debido a un resfriado común (virus) o a una faringitis estreptocócica (bacteria)? ¿Cómo saben los científicos cuál es cuál cuando trabajan con virus y con bacterias en sus laboratorios? Aquí 5 grandes diferencias:
1. Las bacterias son organismos vivos, los virus no. Las bacterias son organismos unicelulares (constan de una sola célula) que pueden generar su propia energía, crecer y reproducirse -todo lo que caracteriza a un ser vivo. A diferencia de las bacterias, los virus no pueden realizar ninguna de estas actividades sin una célula hospedera. Las células hospederas son células de plantas o animales que los virus deben invadir para poder crecer y replicarse usando los recursos y la maquinaria de estas células. Sin una célula hospedera, los virus permanecen inactivos y no pueden realizar funciones metabólicas básicas por sí mismos.
2. Las bacterias y los virus son responsables de diferentes enfermedades. Las bacterias son responsables de infecciones como la faringitis estreptocócica, la tuberculosis, intoxicaciones alimentarias e infecciones urinarias. Por otro lado, las infecciones virales resultan en enfermedades como el resfriado común, la influenza, el VIH, el herpes oral/genital, el sarampión y el COVID-19.
3. Los antibióticos solo funcionan contra las bacterias. La razón real por la cual tu médico no te prescribe antibióticos cuando tienes un resfriado o una gripe, no es porque piense que estás fingiendo estar enfermo para faltar a la escuela, es porque los antibióticos no funcionan contra los virus que causan la gripe. Los antibióticos funcionan bloqueando alguna parte crucial de la estructura de la célula bacteriana, de su proceso reproductivo y/o de sus actividades celulares básicas. Por ejemplo, algunos antibióticos pueden atacar directamente la pared celular o capa exterior bacteriana, mientras que otros bloquean la formación de proteínas esenciales. Esto detiene el crecimiento de la bacteria o la destruye completamente. Pero, no te preocupes, los científicos también han encontrado la forma de tratar infecciones causadas por virus. En algún momento, todos hemos sido infectados por algún virus. Por suerte, muchas de estas infecciones virales se resuelven solas en personas saludables. Medicamentos como el Advil y las pastillas para la tos pueden ser usados para tratar los síntomas mientras nuestro sistema inmune se deshace del virus. Sin embargo, los médicos pueden prescribir antivirales para infecciones virales más serias como el VIH. Desafortunadamente, los antivirales no matan los virus (¡después de todo no se puede matar algo que no está vivo!), pero si inhiben la replicación viral y como resultado la infección es controlada.
4. Las células bacterianas son gigantes comparadas con las partículas virales. El tamaño promedio de una célula bacteriana es de entre 0.5-5.0 micrómetros, la cual puede ser visualizada usando un microscopio de luz regular (de los que se usan en los laboratorios de biología de la secundaria). En comparación, las partículas virales tienen un tamaño de entre 0.02-0.25 micrómetros! Solo el microscopio más poderoso, el microscopio electrónico, es capaz de ayudarnos a visualizar partículas así de pequeñas.
5. Los virus también pueden infectar bacterias. Un tipo específico de virus llamado bacteriófago es capaz de infectar bacterias. Los bacteriófagos trabajan de forma similar a los virus que infectan plantas y animales. Ellos secuestran la maquinaria celular de la bacteria para poder replicarse.