La batalla contra los microbios: la tolerancia antibiótica y las infecciones estafilocócicas 

Traducido al español por Amy Aponte Santana

Por Jenna Beam (English version)

Vamos a hablar de los estafilococos. Si no has tenido una infección estafilocócica, probablemente has conocido a alguien que la ha tenido. Estas infecciones asquerosas y llenas de pus que afectan a menudo a atletas (por favor, póngase sus zapatos en la sala de vestuarios del gimnasio) son causadas por la bacteria Staphylococcus aureus, pero nada más le llamaremos estafilococos. El estafilococos notoriamente causa toda clase de infecciones, no sólo causan infecciones en la piel, como conocemos. Puede causar neumonía, infecciones en el corazón (endocarditis), infecciones en los huesos (osteomielitis), y es la principal causa mundial de infecciones bacterianas en la sangre (sepsis). Los estafilococos son malas noticias. Lo que hace esto aún peor es que los antibióticos no funcionan para tratar estas infecciones, y cuando funcionan, el estafilococos regresa – hasta el 70% del tiempo. 

Cuando hablamos del estafilococos, mucha gente habla del MRSA. MRSA, por sus siglas en inglés, se refiere a Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Por algún tiempo MRSA fue mala. Pues ves, el antibiótico meticilina, y su prima la oxacilina, fueron comúnmente usadas para tratar infecciones estafilocócicas en el 1968… y fueron excelentes curando infecciones estafilocócicas. Pero con el tiempo, el mal uso y el sobre uso de estos antibióticos (lee: tomar un antibiótico cuando tienes una infección viral, o no terminar todos los antibióticos que el doctor te recetó) causó el desarrollo de resistencia. Pero con el tiempo, desarrollamos nuevos antibióticos que funcionan bastante bien contra las infecciones por MRSA. Entonces, si tenemos antibióticos para tratar infecciones estafilocócicas, ¿cuál es el problema? ¿Por qué todavía hay gente muriendo de infecciones estafilocócicas? 

La respuesta, mis amigos, está en la tolerancia antibiótica. Durante una infección, el estafilococos está bajo mucho estrés – un estrés como si estuvieras tomando tus exámenes finales, con tres proyectos que entregar, y un reclutador viéndote en tu competencia de atletismo. Tu sistema inmune está tratando de matar a la bacteria y es posible que estés tomando un antibiótico. El antibiótico funcionará al principio, pero eventualmente todo este estrés pone a la bacteria en un estilo de vida con baja energía, o a lo que le llamamos “estado de persistencia”. Como cuando tienes mucho con lo que lidiar y decides tomarte una siesta. Cuando el estafilococos toma una siesta, o en estado de persistencia, no puede hacer nada más (como crecer y dividirse), pero también no puede ser asesinado  por el antibiótico. Pero, cuando dejas de tomar el antibiótico, el estrés de la bacteria se va y ahora el estafilococos puede despertar. Una vez que el estafilococos despierte, resume su crecimiento y división, causando otra infección. 

Ten en cuenta que la tolerancia es muy diferente a la resistencia. Como puedes ver en la gráfica, el estafilococos resistente (línea verde) no está usualmente presente en altos números al principio de la infección. Sin embargo, mientras el antibiótico mata a algunos estafilococos sensitivos, los estafilococos resistentes pueden aumentar en número. Te podrás dar cuenta que cuando el estafilococos se vuelve resistente a un antibiótico, nunca se toma una siesta. El estafilococos está completamente imperturbable por el estrés del antibiótico, y sigue creciendo, dividiéndose e infectando. 

Vamos a recapitular – El estafilococos es malo, y a veces es resistente a los antibióticos. Pero, la resistencia es solo parte de la historia. La tolerancia es la malvada prima de la resistencia, que hace que la batalla contra las bacterias sea más difícil de ganar. Afortunadamente, hay muchas personas tratando de descubrir cómo ocurre la tolerancia y cómo podemos evitar que suceda. Así que estén atentos… ¡Y manténganse saludables!

Edición en inglés hecha por Elise Hickman y Mike Pablo

Edición en español hecha por María Arango y Amy Aponte